Nuestra ex alumna destacada de hoy es Catalina Bustos, quien egresó el año 2011 del Colegio. Estudió Enfermería Obstetricia en la UC y actualmente trabaja como enfermera matrona en el Hospital Clínico de la Universidad Católica, específicamente en el área de prepartos y pabellones de maternidad. Además, trabaja en la Fundación Maisha, ONG Chilena que acompaña mujeres embarazadas en crisis en Kenya, Africa.
Hace unos meses, Catalina había renunciado a su trabajo en el Hospital Clínico ya que este 4 de Mayo volvía a Kenya por 6 meses. El cierre de fronteras hizo que tuviese que cambiar sus planes y trabajar con la Fundación desde Chile.
“Junto con eso me reincorporé a la UC, acompañando a mujeres en su preparto y parto, lo cual ha sido un gran desafío en tiempos de pandemia. Las visitas se restringen, hay mamás que prefieren no estar con sus maridos para no exponerlos al coronavirus, y es acá donde todos los profesionales de salud estamos con un rol de acompañamiento muy fuerte, intentando suplir el cariño de la familia, con una sonrisa a través de los ojos porque la mascarilla y antiparras permanentes no nos dejan mostrar la cara”, explica Catalina.
Tras ser consultada sobre lo más difícil de estas semanas, explica que nos ha costado mucho no poder abrazarnos, saludarnos, no poder almorzar o comer juntas como antes lo hacíamos. Estamos con protocolos muy estrictos de aislamiento. Esto es en todo ámbito, y lo que se me hace más difícil es no ver a mi familia en este tiempo”, señala.
Según explica Catalina, siempre hay momentos alegres también. “Todos los días hay partos y es muy gratificante ver la sonrisa de la mamá cuando ya está con su guagua en brazos... Te agradecen mucho la compañía, el cariño que les das en el trabajo de parto a través de un guante o con una pechera, las fotografías o videos que haces para compartirles a sus familias”, agrega Catalina.
Así mismo explica que en el día a día hay también mucha incertidumbre ya que las pacientes embarazadas generalmente son asintomáticas al Covid 19. Entonces deben tomarles el test a todas, tratarlas como positivas a todas y esperar las 24 horas para poder decirles que son positivas o negativas. “Obviamente se nos derrumba todo cuando son positivas, se restringen al máximo las visitas, la lactancia se hace difícil y en algunos casos la mamá tiene que estar separada de su recién nacido... Eso es muy duro”, concluye.