Isabel Herrera Denegri es ex alumna de la generación 2003. Estudió Pedagogía Básica en la Universidad Católica y hoy es la Directora del Colegio San Juan de Básica, de la Fundación Astoreca (en una población en Lampa).
En estas semanas de Covid 19, todos los establecimientos educacionales han debido adaptarse y para Isabel no ha sido la excepcion. “He tenido que innovar y aprender rápidamente a liderar un equipo de profesores a la distancia. También gestionar, junto a las otras directoras de la Fundación, un sistema de enseñanza que logre aprendizajes en nuestros niños que no tienen suficientes recursos tecnológicos en sus casas”, explica Isabel y agrega que “no es fácil porque uno debe lograr mantener un vínculo a la distancia con ellos para que se motiven y quieran aprender. Hay que considerar también, el hecho de que hay familias que viven en situaciones muy complejas y el confinamiento todo empeora”, señala Isabel.
Con el paso de las semanas, han podido hacer un diagnostico de la situación de los escolares de este Colegio y la falta de acceso a Internet por lo que han tenido que cambiar las estrategias de forma constante. “Los profesores llaman por teléfono a los niños, a aquellos con dificultades se les entregan actividades adaptadas, algunos profesores han ido a dejar libros a sus casas, etc... Ahora comenzaremos a entregar las actividades impresas y así nos asegurararemos de que todos tengan acceso”, explica.
Tras ser consultada sobre el momento más difícil que ha vivido durante esta pandemia a cargo del Colegio San Juan, Isabel explica que en un principio fue frustrante “porque me di cuenta que con el Covid 19 existiría una brecha inmensa entre los colegios particulares y los colegios de sectores vulnerables, como el nuestro. En estos siete años del colegio hemos logrado resultados académicos increíbles a nivel nacional, y sentía que esta cuarentena perjudicaría a nuestros alumnos en relación a otros”. Sin embargo, con el paso de los días Isabel explica que entendió “que lo que estamos viviendo es único y que lo académico no es lo central ahora. Estoy tranquila porque nuestro equipo es tan potente, que cuando tengamos que volver, seguiremos dando nuestro 100% por cada uno de nuestros estudiantes, ayudándolos ya sea en los académico, emocional o social”.
Y es que ese ha sido precisamente el punto positivo y con lo que se queda Isabel de esta cuarentena, “ha sido gratificante ver como el equipo se desvive por cada alumno, lo dispuestos que están en hacer todo por ellos. Al mismo tiempo, emociona ver a los papás agradecidos con lo que estamos haciendo por sus hijos. Ellos notan nuestra preocupación, compromiso y la creatividad que hemos tenido que desarrollar. No se sienten solos y eso es comunidad. La comunidad del San Juan de Lampa”, concluye.
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